Quizás fue cuando pasaste a tomar té a la casa de una amiga, o en un bautizo. Tal vez fue mientras recogías a tu hijo en un cumpleaños, o durante un almuerzo familiar. Acaso, sin motivo, alguien te hizo un dulce regalo...
Lo cierto es que probaste esa famosa torta de chocolate, y sin que te dieras cuenta se convirtió en tu preferida. Tus hijos la pedían para su cumpleaños, tu marido para el fin de semana, y siempre lograbas reservar un pedazo para poder darte un gusto el día lunes.
Lo cierto es que probaste esa famosa torta de chocolate, y sin que te dieras cuenta se convirtió en tu preferida. Tus hijos la pedían para su cumpleaños, tu marido para el fin de semana, y siempre lograbas reservar un pedazo para poder darte un gusto el día lunes.
Hace casi diez años que me dedico a la repostería. Aunque no lo creas, ¡he logrado perfeccionar esa famosa torta de chocolate...! También he desarrollado varias preparaciones nuevas y ensayado ricas texturas y cremosos sabores, al tiempo que he continuado la tradición árabe de dulces como el Aristel-oz y el Mamul.
Hoy cuento con muchos productos que, estoy segura, te parecerán tan finos y exquisitos como aquellos que ya conoces. Te invito a probarlos...
